miércoles, 20 de mayo de 2009

El drama de América Latina, el drama del mundo contemporáneo


La visión social de Agustí Chalaux de Subirà y el instrumento básico por él recomendado, la moneda telemática, se orienta a cubrir una importante necesidad de nuestro tiempo: lograr reglas de intercambio comercial más justas y razonables, lograr mayor efectividad productiva, lograr mejores condiciones sociales y medioambientales, comenzando por poner orden y por introducir transparencia en nuestro sistema económico-financiero, vía un cambio importante en la naturaleza del dinero, vía el uso del dinero informático y nominativo…

A poco que una persona comience a pensar y a profundizar en este interesante proyecto social catalán, se dará cuenta de las bondades del mismo, tanto para los países emergentes como para los propios países desarrollados…

Claro, Agustí Chalaux no dio respuesta a todos los problemas ni profundizó en los detalles de todas las soluciones… Su idea fuerza fue que hoy día la producción, y el consumo, y las transacciones comerciales o financieras, son con toda evidencia muy mal conocidas puesto que utilizamos dinero anónimo, que puede no dejar rastro de transacciones ilegales, que puede no dejar rastros de pagos de sobornos, y que incluso puede que oscurezca de tal manera ciertos acuerdos comerciales y ciertos mecanismos de deuda (especialmente a nivel de la macroeconomía) que no nos demos cuenta fácilmente que ellos son enorme y sistemáticamente desfavorables para una de las partes…

Agustí Chalaux se dio cuenta que hoy día nuestro colectivo social fragmentó las áreas-problema, narcotráfico, contrabando, pornografía infantil y prostitución infantil, corrupción política y administrativa, evasión fiscal, actividades ilegales en general, especulación, situaciones sociales penosas de pobreza y de indigencia, etcétera, intentando dar solución por separado a todas estas cuestiones con metodologías particulares, y teniendo muy mal conocimiento de base de cómo circula el dinero, especie clave que está detrás de la mayoría de los delitos y de los abusos y de los desvíos recién enumerados… Por ejemplo, las fuerzas del orden que combaten el narcotráfico, pueden llegar a tener alguna idea de los volúmenes de dinero que circulan en relación a esta actividad, aunque certeza en cuanto al exacto monto pagado por una determinada operación la obtienen naturalmente en muy pocos casos… Y obviamente esto es una realidad pues el dinero actualmente utilizado es anónimo, y no permite el adecuado y cómodo seguimiento de largas cadenas de transacciones…

La solución salvadora que entonces nos sugiere Agustí Chalaux es pasar a un uso lo más generalizado posible del dinero telemático, para así ir formando una base de datos muy detallada y fiable en cuanto a las transacciones entre agentes económicos… Esta valiosa información de base así como la nueva operativa vinculada con el dinero nominativo y digital, de por sí simplificará muchas cuestiones, y convenientemente complementado con otras metodologías y con otras acciones, permitirá dar solución con muchos mejores resultados a la mayoría de los graves problemas a los que hoy se enfrenta nuestra sociedad…

El mérito principal de Agustí Chalaux ha sido la elaboración de un plan social bastante completo, bien articulado, factible desde el punto de vista práctico y político, y que puede pensarse que razonablemente pueda aportar grandes beneficios, aunque obviamente sus ideales sociológicos y sus análisis histórico-sociales tienen grandes puntos de contacto con los planteados por otros pensadores, entre ellos por ejemplo con los análisis sociales del periodista y escritor uruguayo Eduardo Germán Hughes Galeano…

Véase que según lo expresado reiteradamente por Eduardo Galeano, América Latina se fragmentó y se parcializó en el mismo momento de su surgimiento como región colonial en el siglo XVI…

Y así hoy día esta región es un extendido archipiélago de países en donde todas sus islas están más conectadas comercialmente y culturalmente con Europa y con EEUU que entre sí…

Y ello ciertamente es una herencia directa que recibimos de la época colonial, y que los distintos intentos de integración latinoamericana nunca consiguieron superar del todo, a pesar de los esfuerzos en su momento desplegados por algunos libertadores tales como Simón Bolívar y como José Gervasio Artigas…

Los polos de prosperidad y desarrollo de Latinoamérica básicamente fueron creados para dar respuesta a las necesidades europeas, y luego de nuestra independencia política (en el siglo XIX) los latinoamericanos nunca supimos modificar realmente este esquema… Ciertamente las oligarquías portuarias consolidaron la señalada fragmentación a través del comercio internacional… y por su parte los banqueros y los comerciantes lograron seducir a los políticos y controlar a los diplomáticos, para que más o menos todo pudiera continuar por los mismos causes, para que más o menos todo pudiera continuar igual…

Parecería como si cualquier corporación multinacional operara en nuestra región latinoamericana con muchísima mayor coherencia y con muchísimo mayor sentido de unidad, que los propios gobiernos nacionales, y aún que las propias y autóctonas empresas latinoamericanas…

Y por cierto, además cada país latinoamericano es un rompecabezas con muy agudas y profundas divisiones en su seno… Nuestra región es una desorganizada agrupación de vastos desiertos campestres salpicados por oasis urbanos… Y así, el recién señalado drama regional relativo a la fragmentación y a la parcialización indudablemente también se reproduce en los diferentes niveles nacionales…

A efectos de explicar y de entender el tiempo presente… ciertamente debemos interesarnos en la historia… ciertamente debemos interesarnos en lo que antes pasó… y para adecuadamente cambiar la realidad socioeconómica actual, ciertamente primero debemos comenzar por con cierto detalle conocer el tejido social y comercial en su situación presente y en su evolución pasada…

El actual sistema internacional de intercambios sin duda ha empeorado el hambre y la miseria en América Latina… y si no se introducen sustantivas reformas estructurales en el sistema financiero internacional… inevitablemente la riqueza continuará concentrándose… y la pobreza continuará profundizándose y extendiéndose…

Y con el paso del tiempo, van cambiando los paradigmas socioeconómicos en base a los cuales los Gobiernos del Tercer Mundo ordenan sus finanzas y desarrollan sus planes sociales, pero las realidades sociales desgraciadamente continúan siendo más o menos las mismas…

Así por ejemplo, hace unos años se pensaba que la inflación era un mal menor, y en ese contexto se opinaba que no importaba mucho si los presupuestos estatales estaban o no equilibrados… Indudablemente hoy día los procesos inflacionarios están mucho mejor controlados en América Latina, y ello se ha logrado en base a presupuestos estatales más cuidadosos y más equilibrados, y aún a costa de ciertos efectos colaterales, como por ejemplo la actual y reciente tendencia del dólar estadounidense a devaluarse respecto de las distintas monedas nacionales, lo que indudablemente disminuye la competitividad empresarial en el Tercer Mundo, y lo que también licua muchos fondos de reserva…

Para poder pagar intereses y amortizaciones de la deuda externa hay que exportar más, y también hay que exportar para pagar las importaciones, así como para hacer frente a las reiteradas hemorragias financieras provocadas por las repatriaciones de beneficios y de amortizaciones, que al menos en ciertos momentos buscan ir al exterior hacia las casas matrices… y además, las pérdidas de hecho producidas por el deterioro de precios entre exportaciones e importaciones se cubren con un mayor esfuerzo exportador, se cubren con el aumento en volumen físico de las exportaciones… Ciertamente de alguna forma hay que pagar todas estas facturas, y ello se hace con salarios bajos, y con menos inversiones en las infraestructuras públicas, y con gastos sociales más modestos, y con miseria en los arrabales, y en buena medida también con una menor educación y con una menor eficiencia de nuestro sistema productivo…

La pobreza y la marginación existentes en América Latina son los contrapesos naturales de las balanzas de pago sistemáticamente deficitarias… Ciertamente el círculo vicioso es perfecto y siempre en beneficio del Primer Mundo y en perjuicio del Tercer Mundo… Las deudas externas y las repatriaciones financieras obligan a las exportaciones de materias primas y de manufacturas que tan necesarias son para el opulento Mundo Industrial, y así poco a poco dilapidamos nuestros recursos naturales, como tan bien explica la periodista estadounidense Annie Leonard en su video “La historia de las cosas”… El consumismo y el derroche de los países industrializados no es sustentable, e inevitablemente y de una manera o de otra ellos deberán reducir sus niveles de consumo, así como nosotros en los países emergentes deberemos pensar más en nuestros recursos naturales y en las secuelas que nos han dejado las explotaciones mineras y agrícolas no convenientemente ejecutadas…

Cuando las macroestadísticas muestran desarrollo económico en América Latina, ciertamente hay cierto alivio generalizado, aunque también hay aumento de las desigualdades… Y por el contrario cuando la situación cambia con la consecuencia del crecimiento de la desocupación y de la indigencia, entonces el principal problema es saber qué hacer con los ciudadanos sobrantes y es saber cómo prevenir sus explosiones de rebeldía y de violencia, y las opciones que para ello están a la mano son aplicar caridad de pan y circo, y/o fortalecer a la policía, y/o construir más cárceles, y/o hacer convincentes y bonitos discursos, y/o facilitar si se puede la emigración de compatriotas…

El empresariado latinoamericano ha dado frecuentes muestras de dependencia y de falta de inventiva… y sus proyectos por lo general tuvieron vuelo de gallina, cortito y bajito… Y es por esto que en América Latina necesitamos de las inversiones extranjeras y de la supervisión foránea, para que así se nos indique qué hacer y cómo hacer, y para así obtener mercados más o menos seguros para nuestras exportaciones…

Por mucho que nos esforcemos por adherir al liberalismo y al neoliberalismo y a las recomendaciones del Consenso de Washington, y por mucho que observemos con desconfianza las ideas y recomendaciones de Eduardo Galeano en su libro “Las venas abiertas de América Latina”, ciertamente tendremos que admitir que las afirmaciones recién enumeradas y en buena medida inspiradas en los escritos de ese pensador uruguayo tienen ellas algo de razón y de fundamento…

Conseguir percibir la realidad socio-productiva con cierta claridad obviamente no es tarea sencilla… Y conseguir que los políticos de los países industrializados y de los países en desarrollo al menos consideren las ideas y las recomendaciones de Agustí Chalaux y de Eduardo Galeano, obviamente también es algo bastante difícil…

Lo único que parece razonable como estrategia a plantear por nosotros, por los llamados ciudadanos de a pié, es difundir lo más posible el pensamiento de estos dos grandes… Si en la sociedad civil se obtiene un gran número de adhesiones a los planteamientos de estos dos activistas sociales, y si quienes se hubieran convencido realizan suficientes llamados de atención al respecto sobre el cuerpo político y dirigente, muy posiblemente podrán obtenerse resultados positivos…

Es en parte por lo recién expresado que el Centro de Estudios Joan Bardina con sede en Barcelona, sin abandonar sus investigaciones académicas, sin abandonar tampoco sus frecuentes actividades de extensión y de promoción en España en lo que respecta al proyecto social de Agustí Chalaux, a partir del año 2009 ha comenzado a dar amplia difusión a sus videos en formato DVD, videos que en realidad también están disponibles en el sitio web http://www.bardina.org/ pero que en el nuevo soporte puede que tal vez circulen de una mejor manera en las instituciones educativas y culturales así como también en el propio ámbito familiar y empresarial…

Quienes estamos convencidos en la necesidad de un cambio, quienes estamos convencidos en la necesidad de un rápido giro de timón en nuestras relaciones de convivencia, de alguna manera debemos hacer sentir nuestra voz…

Obviamente no estamos solos en lo que se refiere a nuestras preocupaciones y a nuestras denuncias… En América Latina y en el mundo entero aquí y allá hay voces de alarma, como por ejemplo la manifestada por Eduardo Galeano en diversos foros, o como por ejemplo la expresada por Lucía Puenzo en su novela “La furia de la langosta”…

Los corruptos gustan de llevar una doble vida… Y para muchos fortísima es la sorpresa cuando sus chanchullos salen a la luz… Las más de las veces, los corruptos en esta situación deben huir, o se suicidan, o son apresados y finalmente condenados…

Lucía Puenzo, escritora y cineasta argentina, en sus obras mezcla realidad, imaginación, fantasía, ensoñación… Este tipo de obras de ficción también son profundamente removedoras, también son generadoras de agudas reflexiones sociales… Y en muchos casos ellas tienen la marca del realismo mágico latinoamericano…

Ricachones con prestigio social, con poder, con dinero, que en apariencia lo tienen todo, y que un buen día se esfuman, desaparecen, porque sus actos fraudulentos y sus estafas fueron ventilados por la prensa o en los juzgados…

Hay muchas obras latinoamericanas de denuncia social, que plantean muy bien las cosas, que generan muy buenas reflexiones personales, pero que se quedan en los planteos sin aportar soluciones realmente prácticas y factibles… Y en este sentido el pensamiento de Agustí Chalaux es una excepción, pues él sí nos marca un camino factible: La moneda telemática…

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